Nombre original: cine-teatro O’Higgins
Reconocido como: Cine
Dirección: San Pablo 2285 casi esq. Cumming
También llamado: Cine O’Higgins
Arquitectos: Gustavo Mönckeberg y José Aracena
Año inauguración: 1924-1926
Capacidad: 2512 butacas
Teatro O'Higgins
El cine-teatro O’Higgins fue construido en 1924, en uno de los bordes del aristocrático barrio Brasil, en la esquina de Avenida San Pablo con Ricardo Cumming. Su estilo es ecléctico y se distingue por ser un teatro de esquina que adorna su entrada con las máscaras alegóricas de la dramaturgia; la tragedia y la comedia. El empresario Aurelio Valenzuela Basterrica, fue su primer propietario y encargó la construcción a los arquitectos Gustavo Monckeberg y José Aracena, repitiendo lo que había hecho un par de años antes con el cine Esmeralda, en un sector comercial y popular (San Diego), y luego el elegante teatro Carrera menor en aforo que estos grandes teatros. El número de butacas se dividía entre al menos 450 plateas, 470 lunetas, 520 anfiteatro, 800 galerías, 500 generales (Expo Yungay, 1997).
Aurelio Valenzuela Basterrica fue uno de los grandes empresarios de teatros al comienzo del siglo XX. Adquiere su primera sala en 1914, (el teatro Septiembre en la Alameda). También adquiere el teatro Brasil, y construye el Esmeralda, O’Higgins, Carrera y Chacabuco, además de ser arrendatario del Cisterna y del Politeama. Muchos de estos teatros fueron colosos -o súper dreadnought como los describiera la revista Hollywood en 1926 (Dreadnought eran los acorazados o buques de guerra, muy grandes y fuertemente armados, por estos años estos gigantes estuvieron en la opinión pública por las limitaciones internacionales de sus tamaños en esfuerzos de evitar carreras armamentísticas). Valenzuela Basterrica construyó los teatros Esmeralda, O’Higgins, coliseos en populosas avenidas comerciales y el Carrera, un palacio en la en ese entonces aristocrática avenida principal de la capital. Esta expansión de nuevas salas especializadas en cine, trae una evidente modernidad a los sectores donde se construyen. El primero en construirse, el Esmeralda aparece “consolidando el proceso de modernización de las salas” (Purcell, 2012, p. 43). Nótese que estos tres teatros tienen nombres de ‘figuras’ históricas chilenas de gran importancia en los relatos de nuestro pasado. La corbeta victoriosa en la guerra del Pacífico, el padre de la patria y primer caudillo. Estos nombres son indicativos de figuras de gran peso, como podemos asumir, se esperaba que fueran también estas salas.
El cine-teatro O’Higgins compartió su escenario entre el séptimo arte (biógrafo y cine) y otras formas de expresiones artísticas en vivo, como revistas, conciertos, etc. Durante los fines de semana solía exhibir programas dobles. También se proyectaban noticiarios y seriales. Había función matiné, vermut y noche, y el precio de la entrada se encontraba entre 1,50 y 4 pesos.
Sobre las películas que ofrecía, la revista masculina Mr Huifa comentaba:
Se estrenan dos grandes películas del tipo más norteamericano […] películas ágiles, nerviosas, muy de la raza del Tío Sam […] Al efecto, sus películas de acción dinámica, vivo reflejo de esa juventud ancha de espaldas y de corazón de los Estados Unidos, las películas Columbia Pictures serán exhibidas simultáneamente en programas sabatinos en los teatros Politeama, Esmeralda, O’Higgins y Balmaceda. Los programas simultáneos en estos grandes teatros populares que reúnen la mayor simpatía y popularidad entre nuestro público, se compondrán siempre de dos películas: una de índole deportiva y otra de aventuras de cowboy al aire libre (Mr. Huifa n°2, 10 julio, 1936, p.18).
Pese a ya haber trancisionado al cine sonoro en abril de 1930, pocos años más adelante se hará una función de cine silente. La Nación comentaba:
Gran acogida ha encontrado entre los empresarios de las salas de cine la iniciativa que ha tenido la empresa del teatro O’Higgins en preparar una función de cine mudo para el domingo próximo en doble, exhibiendo la producción de Carlos Chaplin, El pibe. Esta noticia caerá entre el público muy agradablemente, porque así tendrá la ocasión de admirar al gran Chaplin antes de la nueva producción que anuncia Tiempos modernos, que dentro de poco se estrenará entre nosotros. Como decimos, estas funciones de cine mudo se estrenarán el domingo en el teatro O’Higgins en programa doble (La Nación, 23 enero 1936. p.6).
Acerca de los noticiarios que se exhibían, el Boletín cinematográfico nos da luces:
Puños en alto, es el título del noticiario nacional, exhibido en los teatros Esmeralda, Balmaceda, Politeama y O’Higgins. El miércoles 4 del presente. Rodaron este noticioso la Diapho-fone, que representan los señores J. Silva y Luis Natho, y que encabezan los competentes técnicos nacionales señores Gregorio Pardo y Luis Salazar. Nos relata este informativo, los diferentes hechos políticos, efectuados con motivo de la transmisión del mando presidencial; la llegada del líder español, señor Indalecio Prieto; recibimiento hecho al general señor Carlos Ibáñez del Campo; los diferentes discursos pronunciados por varios políticos en el comicio efectuado en el estadio Nacional y otras actualidades nacionales. (Boletín Cinematográfico n°926, 13 enero 1939, p.1).
La convulsionada situación política de la década de 1930 fue en parte filmada por estos noticieros de distintas compañías. Otro ejemplo, fue “noticiario, que versa sobre la apertura del Congreso Nacional, el 21 de mayo. Se escucha en esta cinta, el discurso de D. Pedro Aguirre Cerda, presidente de la República, el desfile militar y varias otras noticias políticas nacionales. Es esta una película del Ministerio de Fomento y fue filmada por el señor Ricardo Vivado.” (Boletín Cinematográfico n°949, 23 junio 1939, p.1). También se exhibió documentales soviéticos, a solo dos meses de iniciar la Segunda Guerra Mundial: “Con motivo del aniversario de la República Soviética, ayer jueves se estrenó […] los noticiarios documentales de largometraje: “Stalin” y “Los niños españoles en Rusia” (Boletín Cinematográfico n°951, 7 julio 1939, p.1).
En las carteleras de la década de 1920 y 1930, vemos que las películas solían ir precedidas de alguna estrella del baile y canto, por ejemplo Amalia Molina, española. Compañías de operetas también figuran entre la oferta de espectáculos. En general, comenzaban una temporada en el teatro Esmeralda y luego pasaban al O’Higgins.
Con el comienzo del desplazamiento de la clase alta que habitaba el barrio hacia el poniente de la ciudad, este teatro, así como el resto de los del barrio, comenzaron diferentes estrategias para atraer a nuevos públicos. Por la selección de películas y las estrategias de publicidad es posible reconocer este cine como uno mesocrático, o más bien de clases medias. El periódico La Nación comentaba en 1935:
Ha logrado despertar interés en el público de los barrios Matadero, Estación y San Pablo el anuncio del festival de cine, variedades y otras atracciones que se viene anunciado con el título de “La Noche del 13”. El primero de estos festivales se hará el martes próximo en el Esmeralda, el segundo el miércoles 9 en el O’Higgins y el tercero el jueves 10 en el Politeama. Fuera del espectáculo de cine y variedades se ofrecerá al público un interesante sorteo de objetos de valor que han sido donados por importantes casas comerciales de la capital (La Nación, 5 enero 1935, p.7).
A los días agrega
[…] esta noche le toca el turno al teatro O’Higgins de la calle San Pablo. En este festival se sortearán 13 valiosos objetos entre los que se destacan un amoblado y un entero de la Polla Chilena de Beneficencia donado por la empresa del teatro. Habrá además 13 números de variedades, seleccionados por los mejores artistas de la capital y la película “Siempreviva”. (La Nación, 9 enero 1935).
El teatro además funcionaba para presentaciones escolares. Contaba la folclorista Margot Loyola -vecina del barrio Cumming- que cuando asistía a “la Escuela 21 de Santiago, la Srta. Eudocia, me llevaba a la peluquería para que me hicieran rulitos preparándome para las presentaciones escolares que se realizaban en el teatro O’Higgins, donde ella me asignaba los mejores papeles” (Fondo de Investigación y Documentación de Música Tradicional Chilena).
Esta fusión de espacio cinematográfico, de música y de artes en vivo se resume muy bien en una noticia que reproduce la revista Ecran 1961: “Con cuecas de pata en quincha inaugura hoy el teatro O’Higgins sus Viernes Populares con un Torneo Sensacional entre la popular cancionista Elena Moreno y el Cine Sonoro. Así, con su guitarra, Elena Mureno se atrevía a rivalizar en un solo espectáculo con el cine hablado, que comenzaba a imponerse en el país (Ecran n°1610, 5 diciembre 1961 pp.15-16).
En 1948 el Boletín Cinematográfico anuncia que se están buscando arrendatarios para los teatros Carrera, Esmeralda, O’Higgins y Balmaceda (15 octubre 1948, p.1). No sabemos aún a manos de quien pasó. El sitio Urbatorium, de crónicas y apuntes urbanos de Santiago, narra “Una vez pasada su época más glamorosa, quedó convertido más bien en esta suerte de cine popular y barato, aunque el día más cotizado del O’Higgins siguió siendo el domingo, por sus extensos rotativos a los que asistían las familias completas” (2012). Hacia la década de 1950 se fue especializando solo en cine, siendo recordado por muchos vecinos de los barrios Yungay y Brasil, como uno de los principales cines del barrio. Los rotativos familiares en el día domingo, las visitas para el 18 de septiembre, cuando en medio de la función se tocaba la canción nacional o las funciones de Semana Santa, donde se proyectaba siempre La vida de Jesús, son aún recordados con nostalgia. Para marzo de 1966, el O’Higgins presentaba rotativos desde las 14 horas. Como todos los cines de barrio, durante las décadas de 1970 y 1980, fue cayendo su calidad y popularidad, convirtiéndose en un cine a veces recordado como frío o sucio, pero aún visitado por las familias del sector. Este cine dejó de publicitar su cartelera en 1972.
Posterior al cierre de este cine, “pasó a convertirse en teatro de revistas frívolas sin mucho éxito. Para rematar, se instaló una sala de conciertos de rock que la Municipalidad clausuró por los airados reclamos de los vecinos del barrio” (García Araya, p.58). Luego el edificio quedó usado para actividades comerciales, la más curiosa fue la de acoger una fábrica de ataúdes. En las últimas décadas ha sido arrendada por la Iglesia Evangélica, en la actualidad por el Ministerio Evangelista Iglesia Visión, se puede visitar los días Domingos durante el servicio.
El hermoso edificio ha resistido todos los terremotos y en 2008 fue declarado Inmueble de Conservación Histórico, lo que lo ha protegido de la demolición pero no implica ninguna inversión para su restauración. (AS, CB)
Memorias
“Yo sí. Me acuerdo que… el que está ahí en el O’Higgins con Cumming, está al ladito del partido comunista. Entonces ahí hacían reuniones. Eso es lo único que me acuerdo.” (Vecino nacido a principios década 1950, comenzó a ir al cine a los 12 años).
Cine O’Higgins, de Horacio Eloy, Rituálica de despedida, 2001.
Jamás pensó ser vecino
del legendario Partido Comunista,
de su Comité Central,
jamás lo pensó.
En marzo de 1960,
El gran dictador
pasó por su pantalla
1.500 almas viéronle pasar,
el barrio en pleno
en la plenitud de la República.
Sus gárgolas, las únicas sobrevivientes
cantaron a coro con Alfredo de Angelis,
en esa ocasión el varón del tango
terminó la jornada a la vuelta
en “Los Buenos Muchachos”
Pero las resacas y el mal vivir
le alejaron del gran Ojo,
ni su apellido ilustre le salvó el pellejo,
la parca le movió las cejas:
“ahora construirás ataúdes”,
el O’Higgins
ya nunca más pensó.
Bibliografía
Boletín Cinematográfico n°926, “Noticias diversas”, 13 enero 1939, p.1.
Boletín Cinematográfico n°949, “Noticias diversas”, 23 junio 1939, p.1
Boletín Cinematográfico n°951, “Noticias diversas”, 7 julio 1939, p.1.
Boletín Cinematográfico, “Propuestas para arriendo de 4 grandes teatros”, 15 octubre 1948, p.1
Ecran n°1610, 5 diciembre 1961 pp.15-16.
Eloy, Horacio. Rituálica de despedida, Santiago: Mosquito Editores, 2001.
Expo Yungay, 1997.
Fondo de Investigación y Documentación de Música Tradicional Chilena Margot Loyola
Palacios “Mis maestros” Disponible en https://www.pucv.cl/uuaa/fondo-margot-loyola/biografia/sus-maestros
Hollywood, n° 1, noviembre 1926, p. 32-33
La Nación, “Hoy es ‘La noche del 13’ en el O’Higgins y mañana en el Politeama”. En Teatros y Cines. 9 enero 1935.
La Nación, Teatros y Cine, 5 enero 1935, p.7
La Nación, Teatros y Cines. “Se exhibirá cine mudo en el teatro O’Higgins el domingo”, 23 enero 1936. p.6.
Mr. Huifa n°2, “Columbia Pictures, mañana inicia los sábados triples sensacionales simultáneos en los teatros Politeama, Esmeralda, O’Higgins y Balmaceda”, 10 julio, 1936, p.18.
Purcell, Fernando. ¡De película! Hollywood y su impacto en Chile 1910–1950. Santiago, Editorial Taurus, 2012.
García Araya, Juan Carlos, Teatros y cines de Santiago poniente, una mirada retrospectiva. Manuscrito inédito, p.58.
Urbatorium, “El cine y teatro O’Higgins de San Pablo, ya está mudo”, nov 2012, disponible en https://urbatorium.blogspot.com/2012/01/el-cine-y-teatro-ohiggins-de-san-pablo.html