Nombre original: Alcázar
Reconocido como: Teatro
Dirección: Brasil 373/ casi esq. Compañía
Arquitectos: Ezequiel Fontecilla y Pedro Prado
Año inauguración: 26 abril 1938
Capacidad: 876 butacas
Teatro Alcázar
Símbolo de elegancia y modernidad, el cine Alcázar fue construido en 1937 por los arquitectos Ezequiel Fontecilla y Pedro Prado, en una posición privilegiada frente a la plaza Brasil –en Avenida Brasil 373 (c/esquina de la calle Compañía)–. El cine pertenecía a la Caja de Previsión para Empleados del Salitre y fue inicialmente administrado por Gustavo Paul (García Araya, p.34). La exhibición estuvo a cargo primero de la Compañía Cinematográfica Ítalo-Chilena (que también tenía otros cines del barrio, como el Minerva), y desde 1945 de la Compañía Nacional de Teatros.
El Alcázar inauguró el 13 de abril de 1938 con la comedia francesa “Las siete piedras de la corona” (Sacha Guitry, 1937) –película “no recomendable para señoritas”– en una función especial a las 21:45. La inauguración fue publicitada en los diarios de la época como “Un acontecimiento en los anales de nuestra vida teatral y cinematográfica” (Ecran, 26 abril 1938, p.3), pues se consideró que la sala iba a lograr llenar un vacío en el barrio, el de una sala que estuviera “… de acuerdo a las exigencias del elegante barrio residencial al cual está llamado a servir” (La nación, 24 octubre 1928, p.10). Con ello, el barrio “… se verá animado por las noches por la actividad y la alegría que los cines dejan en las ciudades” (Flicker Santiago Nostálgico).
En la prensa se destaca su comodidad, reflejada en su gran cantidad de butacas confortables tanto en platea como en galería (876), su confitería en el foyer, y sus adecuados sistemas de calefacción y ventilación. Asimismo, se destacó la calidad técnica de imagen y sonido, pues el Alcázar se encontraba equipado con la tecnología de punta de ese momento, incluido el primer sistema sonoro Philips de la ciudad de Santiago.
Su estilo arquitectónico fue destacado por la prensa de la época como sobrio y muy “moderno”, brindando elegancia, comodidad y seguridad (incluyendo una construcción asísmica). El arquitecto David Cárcamo lo describe así:
“Se integra en masa y volumen discretamente al resto de la cuadra. No destaca, incluso, para un ojo contemporáneo resulta demasiado austera. Si la planta baja ofrece arcos y la segunda armoniza con una terraza dada por la marquesina, que dialoga con los balcones de las casas del barrio de aquellos años. En el coronamiento de la fachada pétrea cinco perforaciones cuadradas permiten el sutil ingreso de luz a la caseta de proyección. Ahí el edificio es de una simpleza brutal, propia de la abstracción moderna instaurada por la Bauhaus. Es ahí donde la obra da cuenta de los años 30, no obstante además muestra la sutil obsesión por molduras discretas. Sus ondulaciones ornamentales representan el agua en Art Déco y se muestran tenuemente, casi siendo abandonadas. El volumen dialoga entre línea recta y simetría. El ángulo recto se asocia con líneas curvas, cruzando el Art Déco con lo moderno.” (Revista AOA N°32, 7 agosto, 2016.)
Como parte de la programación de sus primeros años, estrenaba los materiales del Instituto de Cinematografía Educativa (ICE). De particular interés, proyectó “La Transmisión del Mando” en las funciones de vermouth y noche del domingo 25 de diciembre (Sinopsis Vol I nº110, 31 diciembre 1938 p.4). Este contenido ha de ser apreciado por el público porque tras la creación de Chile Films, que incorporó al ICE a su infraestructura, esta sala comenzó a exhibir en 1944 el “Noticiario chileno” el cual se estrenaba quincenalmente en seis de los principales teatros de la capital, entre los que se encontraba el Alcázar. (Ecran nº1677, 11 enero 1944, p.21).
Fue un importante punto de referencia y centro de reunión del barrio, cuyo primer aniversario se celebró con una función de gala especial, precedida por diversos números musicales. Su impronta se mantuvo a lo largo de los años. Los vecinos lo siguen recordando como el cine más elegante del barrio, de los pocos que nunca se convirtió rotativo, manteniendo siempre sus asientos de platea numerados, aunque según recuerdos de un vecino, desde la década de 1950 en adelante, nos indican que la galería tenía bancas de palo, que no eran numeradas (vecino nacido en 1965).
El cine Alcázar cerró en 1974, al año siguiente se convirtió en un “boîte-restaurante donde actuaron en la década de 1980 ‘El Trío Típico’ de Lucho Nazardi, ‘Salsa Negra’ y el grupo ‘Canela’. Luego se transformó en discoteca.” (García Araya, p.35). Finalmente, se convirtió en el famoso restaurante “Los Chinos Pobres” (que luego pasaría a llamarse “Los Chinos Ricos”), durante 31 años. Actualmente el edificio está vacío y a la venta. Existe un proyecto arquitectónico de David Cárcamo, de convertir este edificio en un centro cultural relativo a la cultura china pero que mantenga también proyecciones de cine, como una forma de cruzar sus dos historias, la de cine y el restaurante chino.
Memorias
“El Alcázar ponían sus cartelones en Brasil o en Cumming para que el vecindario se enterara que había películas de estreno, o del reparto y todo eso. Yo me acuerdo que de cabro chico que encima de la marquesina, era todo de cristal y era de salón de té. […] Con la vista a la plaza de acá arriba. Uno veía la plaza entera. Y después de la matiné o antes, qué sé yo, se tomaba el té ahí.” Testimonio de vecino nacido en 1937.
“El Alcázar era el más bonito de todos, estaba donde están los chinos. Era precioso ese teatro, era muy hermoso y en un tiempo había que sacar entradas y eso que eso era nada más en los teatros del centro, y era matiné, vermouth y noche.” Testimonio de vecina en la Fiesta de la Primavera.
“Antes era un teatro, un teatro que comenzaba a las 11 de la mañana algunas veces. En Catedral 1754, donde está ahora el Registro Civil, había una escuela normal educacional que se llamaba Gabriela Mistral. De ahí nos arrancábamos a veces y nos íbamos a la matinée del Alcázar. […] Había platea y balcón. El balcón era bien aceptable, era como los que en otros teatros era la primera, la platea. Es que era muy bueno, habían buenas butacas tanto en el balcón como en la platea. […] las funciones eran ponte tú, de 11 a 1, después de 3 a 5 y así, no es que continuara inmediatamente. Era pituquito. […] A las 11 de la mañana su público principal era los escolares, casi todos los escolares haciendo la cimarra.” Testimonio de vecino en la Fiesta de la Primavera.
“Era más, más decente, era como el cine rico del barrio. […] ahí era donde te comentaba yo, que me banqué todas las películas de Rafael, que lo único que hacía era llorar porque esas películas eran súper tristes. Mi mamá me mandaba con la María Isabel, una ahijada de ella. También tenía segundo piso. Yo me acuerdo que la pantalla era enorme, era una cosa… no sé, mi sensación de niña, pero era de pared a pared. Yo me acuerdo que antiguamente los cines… bueno, los del centro, los que una alcanzó a ver, tenían como unas cortinas, ¿cierto? Ya. Pero este cine abarcaba todo, todo, todo, todo… era completa la pared, era una cosa gigante. Y yo me acuerdo que en ese cine hacía mucho frío, mucho, mucho, mucho frío. Y ahí era donde yo te digo que daban todas las películas de Rafael o de Sandro, y era muy, muy, muy rico. O sea, llegaba mucho cabro joven. Lolos. Yo era chica.. yo debí haber tenido unos cinco o seis años, que mi mamá me mandaba con esta ahijada y ella iba con su pololo. Afuera vendía cabritas y algodones de azúcar. Afuera de ese cine siempre había, cuando terminaba la película, porque ese era por horarios, tenía horarios definidos. Entonces cuando terminaba la película, tú salías y estaba el caballero de las cabritas.” Testimonio de vecina nacida en 1950.
“Y también en el Alcázar. Sí, sí, me acuerdo de eran como los panoramas del día domingo y el sábado era juntarse para bailar, para conversar y los domingos era cine.” Testimonio de vecina nacida en 1955.
El poeta Horacio Eloy escribió este poema para su libro Rituálica de despedida.
Cine Alcázar
El árbol de la vida
Lo que tanto soñamos,
no se trata de versos,
es el Alcázar
en su cartelera
una semana cualquiera
de 1970.
“Los ricos pobre”
no es dialéctica
ni película de Ettore Scola.
Este alcázar,
un espejismo de carne mongoliana
en las narices de la plaza Brasil.
Este Alcázar,
otra ausencia en el cálido rubor
de la ciudad.
Bibliografía
Boletín Cinematográfico N°941, “Noticias Diversas” 28 abril 1939, p.1253.
Ecran nº1677, 11 enero 1944, p.21.
Ecran, 26 abril 1938, p.3.
García, Juan Carlos. Teatros y cines de Santiago poniente, Manuscrito inédito.
La Nación, “El nuevo y magnífico Teatro Alcázar se inaugura esta noche con una función extraordinaria en que se presenta Las Siete Perlas de la Corona” Teatros y Cines, 13 abril 1938, p.9.
La Nación, “El teatro Alcázar, nueva sala de espectáculos que se inaugura en breve” Teatros y Cines, 09 abril 1938, p.8.
La Nación, “Inauguración del teatro Alcázar” Teatros y Cines,14 abril 1938, p.8.
La Nación, “Mañana se inaugura el nuevo teatro Alcázar, en la plaza Brasil” Teatros y Cines, 12 abril 1938, p.9.
La Nación, “PHILIPS instala su primer equipo de Cine Sonoro en Santiago” Teatros y Cines, 13 de abril, 1938, p.9
Santiago Nostálgico disponible en https://www.flickr.com/photos/stgonostalgico/48040669267/
Sinopsis Vol I nº110, 31 diciembre 1938 p.4.